lunes, 1 de octubre de 2012







La última bocanada


Encontrarse los saldos
de la mesa de banquete
las madrigueras vacías
los neones gastados
el otoño escondido
entre las espinas cobardes

Acabar adormecido
entre los dedos de la luna
entre las grietas del pavimento
de la calle más larga
la de la inocencia

Pensarse sin retorno
sin retrovisores
sin bocas en los besos
sin almas en remojo
entre jueves y jamás
pensarse entero y partido
revuelto de verdad
en una banqueta
fumándose el destino
la última bocanada
de este desconsuelo

Quincho.




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