Echarme de menos
Ejerzo mi izquierdo
y mi derecho inalienable también
a extrañarme indómito
varias veces al día,
a ampararme, envolverme
en recuerdos breves
que suelen deletrearme
el abecedario del humo,
de la línea enemiga invadida,
retomada a sangre y ron
en madrugadas arrugadas,
entre sábanas cansadas
y antecedentes del miedo
a encontrar ese futuro
secuestrado por realidades
que son ajenas y turbias,
vidrios empañados
por el aliento del incienso
Así me reconstruyo un poco,
así cuando me echo de menos
y a todo lo que me rodea
incluida la lluvia de esperanzas
que desaparece en la tierra
Quincho.
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