Te recordé como eras en mí.
Te recordé entonces
como eras el verano pasado,
cuando la lucha
nos tomaba de la mano
con tal fuerza que estremecía,
volví entonces
al pasado invierno,
cuando tus labios se partían
y los curábamos con saliva
cuando compartíamos los guantes
y los vientos helados
que chocaban en nuestro muro
se hacían añicos,
hice una parada más,
al momento preciso
en que movíamos los brazos
como aspavientos
en cada llegada tuya
en cada viaje mío
al centro exacto de nosotros
cuando existía ese pronombre
Entonces recordé
ese lago y la altura
las ventanas empañadas,
recordé como eras
bajo el dorado o verde tiempo
ya no sé bien, lo admito,
recordé,cómo eras en mi, me refiero
como cada rincón de este pueblo
cuando caía la noche
no era más que el reflejo
de tus lumbreras
centellando hasta lo invisible,
como no había más puerto de llegada
ni punto de partida
que no tuviera una sonrisa tuya
Sin duda el mejor de los paisajes
de todos los viajes que hice
con vos en el alma
fue una vez mi sien en tu pecho
Ahora bien,
te recuerdo y sonrío
y noto que lo haces también,
cambiamos cerraduras,
pero seguimos intactos
cada cual en su sendero,
recordándonos de a ratos.
Quincho.