Lunes en la máquina
Estas luces de invierno pasado
son perfecto escenario
de tinieblas piadosas
desmontes de gélidas sensaciones
cortes a ras de alma
inventos sonoros del miedo
A semejanza de este otoño
de soles crudos, crujientes
embalsamadas esperas
devienen en astros con frío
cuya congoja oscila brevemente
entre el candor del domingo
y la animalidad del lunes
del hastío
A diferencia de esos sueños
los de ahora se pueden leer
en párrafos pulcros, bien medidos
ya no parecen hechos a mano
sino por una inmensa fábrica de humo
que me hizo el sueño a medida
de mi viejo saco de corderoy
Pensaba así la mañana de abril
en que abandoné corriendo
el estante donde oculté
mis primeras sombras al alba
mis primeros versos de rehén
de este imperio de humo negro
que se comió mi vida
mientras yo sus migajas
Quincho.