Relatos de las tardes, noches y las letras
Frio por la tarde
Llovizna intermitente
El ocaso se incendia
La noche cae como telón de acero
Aplasta mil almas en vela
Y llueve, llueve a raudales
Los pies alzan vuelo
Barullos en la cabeza
Zig zags de ideas azules
Líneas quebradas en los ojos
El cuarto se llena de humo
El amanecer continúa su camino
Como lo hacen las hormigas
Giros y más giros
Marineros en las nubes
Caen, vuelven a levantarse
Trepan por las pestañas
Suben a las cejas las lluvias de los ojos
El mutismo, la serenata del pesar
El olor a vidrios rotos, a ventanas empapadas
Emula la noche a un ciervo
Huidizo, miedoso corre grácil
Se empeña en desaparecer
Martes, te decoloras
Te pierdes en las uñas azules del sol
Te embriagas, te enfermas
Me contagias, a mi y a todas
Letras arden en fiebre, es tu culpa
Muchas mueren, muchas nacen
Muchas simplemente flotan
Amanece, amanece
El frío cesó, la llovizna también
Las letras nos acostamos de espaldas
Miramos de frente y enfermas dormimos
Aunque afuera todo sigue diferente pero similar.
Tánatos
Pd. No tiene nada que ver con nada, pero es así la cosa.