lunes, 17 de mayo de 2010

Y volver, volver...

Cotidiano retorno

Mi mano sujetando tu cintura
Es la garantía de un buen día
De una mañana con brisa
De inocencia y frío
De lejanía y paraíso azul

Tu risa breve, en do mayor
Es el inicio de una canción
De Sabina y Serrat
Que con vaivenes demuesta
Que aún nos queda vida
Y voz para seducirla

Tu rizado y oscuro cabello
Es la red del pescador
Que navega a la deriva
Y sueña con volver a casa
Con comida e historia
Del mar y las sirenas

Así me abrigo con tu calor
Del frío de la noche altiplánica
El regreso es lo más dulce
Lo cotidianamente extraordinario
Que me espera entre tus dedos.

Tánatos.

jueves, 13 de mayo de 2010

Una canción otoñal escrita en inviernos pasados...



Carta del intento toma I

Para cantarte, descuido mío,
No necesito cuerdas vocales
Pero mi graznido es voraz
Como perros al amanecer
Surcando la calle mayor
Y no, no me escuchas
Y no, no entiendes la nota

De a poco las ciudades callan
Va entrando la noche
Yo hago mutis por el foro a la par
Y aún mis gestos son vacuos
Tus ventanas del alma no se abren
Se conjogan con mi movimiento
Huyen de mi mirada, de mis gestos
Terminan siendo inasibles

Por sentirte, olvido mío,
No te encuentro en tu sitio
Vagabundeas por el cosmos
Rehúsas mi carga sencilla
Tan humilde como es la verdad
Pero no hacen falta peros
Sobran excusas y me ausento
Como lo marchito parte siempre

Por intentar, cariño mío,
Me quedé dormido soñando
Esperando un sueño
Que de lejos llegaría
Cargado de siglos y polvo
De olvidos y bienvenidas
Pero recibo solo sonrisas
Y no, no me quejo, eso no
Pero el verso fluye
Y las sonrisas de amatista
No son suficientes para mí
Para alguien tan sencillo
Que te pide un latón sincero
Que obligue a cenar
Por el hambre de la espera.


Tánatos.