Pasos y lucha
Es una eterna lucha
tus miradas arrecian
despedazan árboles de sol
se malgenia la mañana
y aunque es domingo
no arden las catedrales
porque la lucidez es mucha
Enormes párpados caen
sobre este segundo
en que pensar -te- no quiero
y con mil campanas
que abundaban en vos
oigo mi sonata penúltima
tambaléandose en mi cabeza
¿No siempre se debe luchar?
¿y qué queda entonces en pie
cuando se arrastran los horizontes?
¿Dónde, si no es en la lucha,
que guardaré lo que queda del alma?
Es que este mediodía quema
hace rrrasss por el pecho
y no hallo sombra alguna
Más me siento, me tiendo al día
revoloteo a orillas del sol
para caer sin alas sobre la arena
y caminar cual mortal, sereno
dejando en cada paso
una gota de tu sangre
a la vieja usanza
Tánatos.