Soñar no es fácil, ¿vale la pena?
Soñar no es tan fácil
Como hacerle concesiones a la muerte
A los fantasmas de la niñez
A las corpóreas curvas féminas
No es deslizar por la garganta
Un vaso puro de ron barato
Soñar es quitarse la ropa
Una y otra vez en la calle
Con el frío polar que azota
Es lavarse la cara y el pecho
Es lavarse la cara y el pecho
Con la infamia ajena
Con el cofre de los incrédulos
Con el cofre de los incrédulos
Sin que se revuelvan los estómagos
Avanzar a tientas, seguro y conforme
No pedir permisos ni garantes
Establecer márgenes, derrumbarlos
Enmudecer, vacilar, tener miedo sepulcral
Deslizarse lentamente al abismo
A las profundidades de uno mismo
Y es que no es tan fácil
Decir que se sueña y mentirse dormido
Correr por el parque bajo la lluvia
Detenerse a observar caminando a las hormigas
Es todo lo contrario
Es todo lo contrario
Por eso le es más fácil a los locos
A los niños, a los visionarios
Que son casi lo mismo
Soñar, soñar, ¿valdrá la pena soñar
Si no se sueña con un mundo diferente?
Tánatos
Pd. Normalmente soñar para la gente es mirarse ella misma y su pequeño entorno bien, en todo sentido, pero tal vez es momento de mirar más allá. En este frío, basta mirar en las esquinas de las calles. ¿Qué hacemos con ellos? Soñemos y a la par trabajemos efectiva y globalmente.
