Pesadas horas
Esta tarde
arderán nubes de lluvia,
la primavera senil
gastará sus últimos cartuchos,
las flores bailarán
la danza de la neblina
y no seré yo quien
le tienda la mano
al sol de la derrota
Esta tarde
enmohecen los blancos edificios,
intentan huir
con un paso doble a la izquierda,
me preguntan la hora
y les contesto ya no sé
en que més del día
se dejó morir mi reloj
Esta noche
que se agiganta rápido,
que corre tras la madrugada,
le pasa factura a mi sien,
a este viento dulce
que va helando de a poco,
entra por los dedos,
sale por el alma
y con él me salgo yo,
como lo hace a diario
un viejo sauce,
con la mochila llena
de pesadas horas
y se echa a andar.
Quincho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario