Briosos días de oficina
...por eso incendio los fines de semana
por que son hijos desventurados
callejones sin salida, oscuros y húmedos
por eso mismo le enciendo una vela
a los días corrientes y cenizos
en que alcanzo a verte entre las sombras
en los pasillos de mis ansias
los anchos patios y las avenidas
bajo las raras lluvias de diciembre
Así le dejo a esta serenidad ajena
imperceptible e inagotable
una bruma, un reclamo mesurado
un abanico de colores
una taza tibia de té
para que se sienta en casa
cómoda y mansa,
que se sienta a gusto
y se vaya con paso lento
hasta dejarme nuevamente
en los briosos días de oficina
que nadie celebra en serio
sino mis brazos y mi boca
malditos entre todos los tedios
cuando se encuentran
con tus brazos y tu boca
benditos entre tantos suspiros
que me arrancan
sin dificultad alguna
¡y yo sé que lo notas!
Quincho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario