La cereza sobre el ombligo
Dormir
Lo último que haríamos sería dormir
De seguro la cacería de los besos iniciaría
Tan pronto tocáramos la cama
Inevitablemente las sábanas se arrugarían
Si tan sólo nos miramos fijamente a los ojos un segundo
Entre sombras fusionados
Lo imposible es un mito
Un insulto a la desnudez
Nuestras manos estarían en todos los rincones
Entre sombras es posible
Es una simple y llana verdad
Dormir, pequeño pétalo
Sería lo último que haríamos
La cereza sobre el ombligo
Obligarnos uno al otro al suicidio de los amantes
A soñarnos una vez más enredados y despertar
Con una gota de vidrio como sabor en la boca
Y la caricia final para abandonar el barco
Nos dejará marcado el camino de regreso
A nuestro bote náufrago que espera.
Tánatos.
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