El blues que no se va
No volvió a desvestir su labios
A tomar posesión de las flores
A disponer de la lluvia como manto
A emborrachar a las tardes de verano
No terminó lo que sus manos dejaron inconcluso en mi espalda
Se desvió de la ruta que marcaba la luna
Bebió de otras canciones la canción nocturna
La que nos dejaba agotados y despellejados
Que despejaba el cielo raso de la casa
Dejó sus huellas florecer en invierno
No las siguió de vuelta como mis pies sabuesos
Invirtió sus besos en bocas cargadas, trucadas
Vació sus bolsillos y sus lágrimas
Dejó mis versos sentados en una acera
Se devolvió al mar de los ladrillos
Al viejo mundo de los barcos que zarpan a diario
En los paisajes iluminados de su sonrisa se la puede ver
El fragor de la batalla contra el olvido
Se serena cada año que pasa, se lo oye lejano
Como hablar del tiempo, del mar y los recuerdos
Es como el blues, baja el tono pero no muere.
Tánatos.
Pd. No tiene música pero es un blues, imaginenlo como uno de aquellos que regalaba Janis Joplin o caso contrario escuchen "Kozmic blues" mientras leen este simple poema.

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