Tiempo y temporales
¡Ay del tiempo
que me mide los pasos
como yo los huesos!
si somo sólo un haz de viento
desperdigado por el cosmos
un bosque de pinos guindos
alzando vuelo en las veredas
una marca de pertenencia
que se borra con saliva
un cerrojo hecho de hilos
una mortaja prestada
Desde el grito de los grillos
descendiendo a lo recóndito
al extremo intenso
donde guardan las brujas
sus últimos conjuros
envejecemos de a pasito
como astillas de costillas molidas
y sures pendientes de llegar
nos endeudamos en serio
con los delirios y los dientes
sin cuellos que morder
que amarran las letras
Se alzan maduros caminos
atosigados de recuerdos
de ayer, de anteayer
de hace diez minutos
el tiempo preciso
en que frenaba su carrera
el millar de caballos
que albergamos en el pecho
Tiempos, temporales
que me hacen maldecir
los brebajes de la tarde
los silencios imposibles
que empernan mis pies
a esta acera, este recodo
que arde en tus vocales
mucho más allá
de tus nubes de insomnio
de este tiempo irreverente
que aplasta la lengua.
Quincho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario