Rastros
Montado sobrio
en la telaraña del vacío,
más atrapado que sobrio,
más vacío que encaramado
Desliz curioso el de la lágrima
que cae y vuelve a subir
reptando hacia mi pecho
quemando fibras a su paso
Más me busca el viento,
me llama a andar a su lado
como en las praderas pasadas
me llama el vino a besar su boca,
a dormir el sueño de los tunantes,
para mantener en las manos la locura,
Nacido para contener el aliento gélido
para besar con la boca amarga
y saberse sin luz, un nubarrón
Despertar desnudo de sueños
y de rastros hacia tus pasos.
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