domingo, 27 de diciembre de 2009

El primer poema: Lo sencillo.



Lo sencillo

Me gusta de ti lo sencillo
la infinita policromidad
de tus ojos dorados
el desatado vaivén de tu humor
que todo lo incendia
esa risa de adolescente
que revive todos los días su mundo
el delicado pincelazo
que para delinear tu cuerpo
se tomó por trabajo la historia



Y es así, sencillo e inmenso
como el bosque de líneas
de tus delicadas manos
así me gusta lo modesto
de tu rostro reluciendo
sin necesidad de más colores
que el rosado tímido
de tu blanca tez

Es simplemente eso
de tus delgados labios
como el sol bajo cero
de tu rizada cabellera
que flota libertaria
y la voz que se come al mundo
como la noche al altiplano
en que yo me embriago tarde a tarde
y en las noches la resaca de tu lengua
que no me deja dormir
y de mis bostezos se apodera
y los convierte en suspiros
en susurros de lluvia
no se necesita más, ¿para qué?


Tánatos.


Pd. Para vos, vos sabés. El que quiera entender, que entienda.

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