lunes, 30 de julio de 2012





Ahora y en la hora


...y al final de la tarde,
cuando la noche va llegando
sería bueno, ¡qué va!
¡sería ferpecto!
encontrarte en la mesa,
servidos tus besos,
junto al pan y la sopa,
listos para apaciguar
el alma que se llena de humo
cuando al volver de la jornada,
del dulce placer
de organizar la rebelión
uno busca cobijo
en ese otro placer
que es el susurro enredado
entre crines y pasitos recostados

Pero es un cuarto de hora nomás
aunque nuestro
pero es sólo una o dos madrugadas
y el fervor de las caricias se gasta
como el sueldo bien ganado
es un efímero, una puesta de sol,
un duelo, una partida de poker,
un ambidiestro parecer y padecer
una sola nota sonando
que arrebata el hambre
¡y todo lo demás también!

Tánatos.



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