martes, 17 de abril de 2012





Noche de lunes


Derivando de los aromas de la ciudad
las memorias oxidadas
se tiñen de alas de colibrí,
la ciudad se despelleja,
envenena su aire, su cielo azul

Los gatos que maullando
anuncian la llegada de la medianoche,
no hacen más que enfriar
el licor que todavía destila
ese corazón que no para

Es otra noche de lunes,
deliberada hija primera
de una mezcla de trabajo,
obligaciones y orgasmos,
de anuncios en la tele
y vulgares bríos de juventud

Es una noche,
una ciudad,
un caprichoso río
deslizándose
en las ramas 
del tímido frío
y la copa 
de mi árbol de sauce


Tánatos.




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