martes, 26 de enero de 2010

Eneros y Febreros...


Febreros llegan


Las noches de enero son cálidas
Burbujean como sidra en la copa
Derraman frutos de estrellas
Los árboles se sacuden la pereza
Entre horas dejan un olor a arena mojada
Pasto que se dobla sutilmente
A la espera de la caricia de las gotas

Las noches de enero son calladas
Envuelven las luces con su aliento
Agigantan el batir de alas de los mosquitos
Y los convierte en ensordecedores insomnios
En imágenes aterciopeladas
Que nadie quisiera imaginarse

Las noches de enero te labran
Te riegan, te escarban
Te desollan, te beben
Te exprimen los poros
Así uno se encuentre solo y taciturno

Las noches de enero te despeinan
Y como si nada repasan tu cabeza
Con sus dedos de estrellas una y otra vez
Te alumbran la frente y encandilan los ojos
Te bañan de extrañas espinas
Que punzan como la culpa y el miedo

Las noches de enero son extrañas
Una conjunción entre licores y sal
Entre nubes y auroras boreales
Entre silencios y auxilios
Entre el porvenir y la ausencia

Febrero está a unos pasos
Que alguien lo arrastre del cabello
Que alguien lo embriague
Y lo deje tirado en mi puerta

Tánatos

Pd. Los eneros son el espacio por el cual se filtran los febreros, estos últimos no tienen pena alguna, llegan, hacen lo suyo y se van, los eneros no, se (te) desangran hasta la última gota, es necesario, es imprescindible, por eso se inicia el año con ellos, para renovar en los siguientes meses lo que se dejó en los primeros de mes.




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